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La semana pasada Telegram, la aplicación de mensajería fundada por el gurú ruso Pavel Durov, pospuso el lanzamiento de su plataforma de cadena de bloques TON y la criptodivisa Gram una vez más. Es el último de una serie de contratiempos y retrasos para el proyecto, uno de los proyectos de criptomonedas más destacados de la historia. El hipotético lanzamiento está ahora previsto para abril de 2021, con una cláusula de devolución para los inversores.
A través de una controvertida oferta inicial de monedas (ICO) a principios de 2018, Telegram recaudó 1.700 millones de dólares de 171 inversores -tanto fondos como personas adineradas-, entre los que se encontraban 39 de Estados Unidos, entre ellos prestigiosos fondos de Silicon Valley como Kleiner Perkins y Sequoia.
Tras el primer retraso, en agosto de 2018, se informó de que los principales componentes de la plataforma estaban completados en un 90%. La confianza entre muchos en las industrias tecnológicas y de criptomonedas se mantuvo alta, algunos incluso vieron el proyecto de Durov como uno que podría «matar» a Bitcoin.
Sin embargo, reconociendo la incertidumbre en torno a las discusiones con las autoridades, Durov propuso una vía de escape. Los inversores pueden cobrar ahora y obtener un reembolso inmediato del 72% de su inversión inicial. Si deciden aguantar hasta la nueva fecha de lanzamiento prevista, el 30 de abril de 2021, Telegram promete devolverles el 110% de su participación.

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Algunos antecedentes: A principios de 2018, Telegram, en busca de financiación, llevó a cabo una venta privada de su criptodivisa aún no creada a cambio de 1.700 millones de dólares de los principales fondos de riesgo de Silicon Valley, grandes inversores privados y algunos otros entonces afortunados para llenar el vacío entre esos grupos.
A los inversores se les ofrece una opción: recuperar sus 72 céntimos de dólar ahora frente a recibir alguna criptodivisa, o un dólar y 10 céntimos dentro de un año. Su coste de oportunidad es incierto dada la crisis económica en la que nos encontramos. Pero algunos dirían que es bastante alto. Telegram espera convertir el capital casi libre de 2018 en capital barato en 2020, mientras que se arriesga a que sea muy caro en 2021.
Como empresa (HASH CIB) que cuenta con algunos de los mayores inversores (no estadounidenses) en TON (la red abierta de Telegram) entre nuestros clientes, hemos seguido de cerca el proyecto desde su inicio. Mi equipo de investigación ha elaborado largos informes de cobertura sobre TON, notas de los inversores y actualizaciones.
Nuestros lectores, lamentablemente restringidos sólo a los profesionales del sector y a los inversores acreditados, saben que hace tiempo que llamamos su atención sobre los riesgos de ejecución del proyecto, incluidos los problemas relacionados con las leyes de valores de Estados Unidos. Pero, sinceramente, no esperábamos que estos problemas se materializaran de la forma en que lo hicieron.

Criptomoneda gram 2021

¿Cómo puede un empresario crear un nuevo ecosistema descentralizado, basado en la cadena de bloques, sin entrar en conflicto con la ley? No es fácil. En 2018, los hermanos Pavel y Nicolai Durov, fundadores de la popular plataforma de mensajería Telegram Messenger («Messenger»), decidieron intentarlo. Propusieron una nueva red de blockchain llamada TON Blockchain que se integraría con Messenger – algo que parecía un ajuste natural en ese momento dada la popularidad de Messenger con las comunidades de blockchain y cripto. Se dice que han recaudado 1.700 millones de dólares mediante la venta a inversores sofisticados del derecho a recibir un activo digital llamado «Grams».  Los ingresos de estas ventas se destinaron a financiar el desarrollo de la TON Blockchain. Según los términos de la venta, los inversores tomarían posesión de sus Grams cuando se lanzara la TON Blockchain. Las cosas no salieron según lo previsto.
El 11 de octubre de 2019, la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) solicitó una orden de restricción temporal (TRO) contra Telegram y TON Issuer Inc. (colectivamente, «Telegram»), prohibiéndoles ofrecer, vender, entregar o distribuir «Grams» a cualquier persona o entidad. La SEC argumentó que Telegram planeaba «inundar los mercados de Estados Unidos con miles de millones de… Grams a través de una oferta de valores no registrada». La SEC advirtió que «sin una declaración de registro en vigor, la distribución prevista por Telegram violaría las leyes federales de valores y privaría a los inversores de la información disponible en una oferta registrada.» El Tribunal del Distrito Sur de Nueva York dictó la orden de restricción temporal y, por tanto, la distribución de Grams no se llevó a cabo como estaba previsto.

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A pesar de las preocupaciones suscitadas por esas noticias, Telegram continuó trabajando en TON. En noviembre de 2018, Telegram declaró que TON estaba completado en un 70%. En febrero de 2019, anunció planes para lanzar TON en octubre. Ese plazo ha pasado, pero Telegram ha lanzado una versión de prueba de TON, que está disponible desde abril de 2019.
Los preparativos para el caso comenzaron este mes. El 2 de enero, la SEC intentó obligar a Telegram a revelar sus registros bancarios, lo que revelaría cómo gastó sus fondos. Además, el 21 de enero, la SEC afirmó que Telegram no había demostrado el desarrollo de TON y los posibles casos de uso de GRAM.
Telegram ha conseguido también una pequeña victoria: la SEC no podrá obtener fácilmente sus registros bancarios y otros datos sobre su actividad de gasto privado. El Tribunal del Distrito Sur de Nueva York ha decidido que, para obtener esos registros, la SEC tendrá que cumplir con las leyes de privacidad de datos extranjeras, lo que supone un proceso largo.
En respuesta a los últimos acontecimientos, Telegram ha reducido su participación en TON. El 6 de enero, la empresa aclaró que no controlará TON directamente. En su lugar, un grupo descentralizado de terceros controlará y mantendrá TON. Telegram también dice que el monedero GRAM será una aplicación independiente separada de su aplicación de mensajería.A pesar de las preocupaciones generalizadas, Telegram no está abandonando el proyecto por completo. De hecho, esto puede ser un cambio positivo: una mayor descentralización puede convertir a TON en una plataforma más abierta. Sin embargo, también puede crear un plan de negocio inviable, ya que Telegram dice que no puede garantizar la creación de una Fundación TON en el futuro.