Criptomoneda regulación

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Cardano

Las monedas digitales existen desde hace una década, pero los sistemas de regulación que las rigen son fragmentarios, ineficaces y, en algunos países, inexistentes. Esto permite que florezcan las actividades ilícitas, desde los comerciantes fraudulentos de Bitcoin que desaparecen con su dinero en efectivo hasta la financiación del terrorismo y el blanqueo internacional de dinero.
El reto para los reguladores de todo el mundo es encontrar los instrumentos reguladores adecuados para hacer frente a los riesgos derivados de una mayor adopción de las criptodivisas. Los instrumentos reguladores existentes tienen limitaciones para abordar los riesgos de los consumidores y de los delitos financieros y el blanqueo de capitales. Esto ha llevado a un mayor escrutinio regulatorio de las criptodivisas, ya que los blanqueadores han recurrido a monedas digitales como Bitcoin, Ether y Ripple para «cobrar» sus ganancias, realizando transacciones en todo el mundo de forma instantánea y anónima.
En una señal de un cambio significativo en la mentalidad reguladora, el Banco de Pagos Internacionales (BPI), propiedad de 63 bancos centrales miembros y autoridades monetarias de todo el mundo, ha declarado que «las criptomonedas no son dinero, sino activos especulativos que pueden utilizarse para facilitar el blanqueo de dinero, los ataques de ransomware y otros delitos financieros». Esta opinión se produce después de que más de 60 bancos centrales se hayan embarcado en proyectos de monedas digitales desde 2014, lo que sugiere que algunos bancos centrales consideran que las monedas digitales de los bancos centrales son el camino preferido para proteger la integridad del sistema financiero a lo largo del tiempo.

Bitcoin en efectivo

En la última década se han producido varios cambios estructurales en las normativas de conocimiento del cliente (KYC) y contra el blanqueo de capitales (AML) en Europa y en todo el mundo. Los casos de blanqueo de dinero de gran repercusión y la penetración de fondos ilícitos en los mercados mundiales han llamado la atención de los reguladores y del público, y con razón.
En Estados Unidos, la Comisión del Mercado de Valores presentó una demanda contra Ripple Labs y dos de sus ejecutivos, alegando que habían recaudado más de 1.300 millones de dólares a través de una oferta de valores de activos digitales no registrada y en curso. Ese caso está en curso.
A medida que los reguladores y las instituciones financieras mejoran su comprensión de estas prácticas delictivas, los requisitos de ALD también se han mejorado. Pero estos ajustes han sido un proceso abrumadoramente reactivo y de prueba de fuego.
Para hacer frente a los retos del ecosistema de blockchain en rápida evolución, la Unión Europea ha comenzado a introducir regulaciones financieras más estrictas que refuerzan aún más el sistema de regulación con el fin de mejorar los modelos de concesión de licencias. Muchos Estados miembros regulan ahora los criptoactivos de forma individual, y Alemania está a la cabeza al ser la primera en regular las criptodivisas.

Regulación de las criptodivisas en ee.uu.

La adopción mundial de las criptomonedas se ha disparado en los países de ingresos bajos, medios y altos en los últimos años. Sin embargo, los reguladores de todo el mundo siguen evaluando cómo abordar los nuevos problemas que plantean las monedas digitales. El documento recientemente publicado por el Global Future Council on Cryptocurrencies sobre la regulación de las criptomonedas muestra cómo las épocas pasadas de innovación, como los primeros días de Internet, podrían ayudar a afrontar este reto.
Durante años, la mayoría de los bancos centrales y los departamentos de tesorería se han centrado en políticas de información y contención de riesgos para los activos virtuales. Mientras tanto, estos mercados han crecido exponencialmente, con un aumento de la adopción global de más del 2300% desde 2019 y del 881% solo en el último año. Durante este tiempo, Bitcoin, por ejemplo, ha pasado de ser un pequeño nicho de la comunidad de Internet a un activo bien conocido por los inversores, las empresas privadas e incluso los estados nacionales.
Las tendencias reales varían mucho según la geografía y son reveladoras. Las formas de financiación centralizadas y descentralizadas (DeFi) se están acelerando en el mundo desarrollado, mientras que las plataformas peer-to-peer (P2P) están impulsando su adopción en mercados emergentes, como Vietnam, Kenia, Togo y Tanzania.

Galaxia digital

El Congreso de los Estados Unidos está negociando un proyecto de ley de infraestructuras bipartidista con la esperanza de aprobar una amplia legislación que invierta en áreas como el transporte, las iniciativas climáticas y el acceso a la banda ancha. Sin embargo, dentro del texto había algo aparentemente no relacionado: una propuesta relacionada con los impuestos a las criptomonedas.
No vamos a entrar en los detalles de la propuesta y las enmiendas correspondientes (puedes leer más sobre ello aquí si te interesa). En su lugar, nos centraremos en un tema que no se suele tener en cuenta: la regulación prematura.
Esta actitud se refleja en gran parte de la comunidad de criptomonedas en general. Los líderes de las empresas, la innovación y la sociedad civil reconocen el papel que pueden desempeñar la regulación y los responsables políticos. Hemos visto que los líderes del sector acogen explícitamente la claridad normativa. Iniciativas como el recientemente creado Fondo Educativo DeFi (DEF) reflejan el deseo de la industria de apoyar la educación de los actores gubernamentales en estos complicados temas.

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